viernes, 29 de agosto de 2008

Aburrimiento

Me aburro. Me aburro de forma soberana y absoluta.
No me compensa el sueldo (que tampoco es para tirar cohetes) ni la flexibiliad- más o menos- horaria, ni la tranquilidad y ni el ritmo- lento, muy lento- de trabajo.
Me aburro.
Me resulta soporífero el silencio de alrededor, la falta de ilusión y de ganas. El deseo de acabar algo para verlo expuesto. La sensación del trabajo bien hecho.
Me agota hacer a diario lo mismo, de las mismas formas, de la misma manera. No poder innovar ni cambiar, ni salir de la regla.
Me cansa que nadie grite, que no haya música, que moleste si se sube un decibelio por encima de la media mínima establecida, que no se hable con nadie sobre lo que pasa a diario.
Me ponen nerviosas los cichilleos, la sensación de que lo que se barrunta a mi alrededor es secreto de estado, los susurros inaudibles, el secretismo laboral absurdo y la sensación de desánimo generalizado.
Me enferma el color beige grisaceo que tiñe todo lo que tengo a mi alrededor.
Me enferma pensar que el outlock es mi canal de comunicación porque el medio normal, establecido durante siglos y aceptado por los hombres, puede ser objeto de crítica y desarraigo del grupo. Me agota que lo único que se oiga a mi alrededor sea el teclear, mientras me desahogo, escribiendo esto.
Me aburro. Me aburro mucho.
No me compensa la tranquilidad. Es más, la tranquilidad me pone demasiado nerviosa.
Quiero volver a chillar, volver a tener ojeras, a desayunar frente a la pantalla del ordenador, a no tener a penas tiempo para comer. Quiero volver a esas interminables jornadas de trabajo donde tenía la sensación de efectividad, de ser necesaria y útil.
Quiero tener que correr a todas horas, que no me de tiempo a responder mails, a leerme una media de cuatro periódicos diarios (además de blogs y un par de revistas on-line)... que no me de tiempo a tener la mesa colocada.
Quiero volver a sentir que no dejo pasar las horas sin más. Que no desaprovecho el tiempo.
Quiero desear, de nuevo, los fines de semana para que sea en esos dos días cuando me de tiempo a hacer las cosas. Quiero disfrutar de esos dos días, de saberme con tiempo libre en 48 horas, no con 168.
Quiero volver a hacer lo que me gusta.

Pereza (XI)

Me da pereza el silencio absoluto y constante.
Me da pereza que que los 'días malos' de los compañeros de trabajo se conviertan en mis 'días malos'.
Me da pereza que ellos sean los que siempre molestan.
Me da pereza la monotonía entre paredes de cristal.
Me dan pereza los cafés de máquina.
Me da pereza calentarme la comida en el microondas todos los días.
Me da pereza bajar 'a fumar el cigarrito de después de comer'.
Me da pereza que Madonna tenga más músculos que cualquiera de los gimnastas de las Olimpiadas.
Me da pereza que Christiano Ronaldo (de nuevo) no deje de salir en la televisión por cualquier cosa. Y ahora mejor jugador de la Liga de Campeones...
Me da pereza la estampa de americano modélico de Obama.
Me da pereza que me queden dos semanas de las vacaciones.
Me da pereza ver el vaso medio vacío.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Cuando 'no mola' ir de cámping

Cuando empecé a moverme por los infiernos parte de mis intenciones era recordar a esos países olvidados y esos conflictos de los que parece que ningún gobierno deba de acordarse. África era- y es-la palma de los descuidos. Es que ahí hay poco que se pueda explotar, sólo negritos haciendo collares.
Aunque no se me ha olvidado, y prometo volver con nuevas entregas, llevo un tiempo copada por otras cosas menos importantes pero sí más engorrosas (eso y el sobre esfuerzo que conlleva hacer las cosas bien con el calor... excusas, sí lo se).
El caso es que uno de los principales lugares de los que no me puedo olvidar es Tinduf y su campo de refugiados. Si hay algo que no consigo comprender es cómo pueden llevar 30 años unas personas en unas tiendas de campaña sin que nadie resuelva nada. No tiene sentido. Ningún sentido. Es absurdo. Naciones Unidas y sus 'vacíos legales'.
Pero yo, aún, no he estado en Tinduf y todo lo que pueda contar viene de la mano de lo que lea, vea y escuche. Aquí, sin embargo, os paso un cuento que me ha parecido maravilloso/horrible sobre Tinduf. Échadle unos minutos que merece la pena.

martes, 26 de agosto de 2008

Guerreros de Xian

Había dicho que el capítulo de Juegos Olímpicos ya se había cerrado y que a partir de ahora tendría que superar el 'mono' de la forma más estoica y sana posible... pero siempre hay alguna recaída en todo proceso de desintoxicación.
Escribe hoy Carlos Arribas en EL PAíS un reportajito bastante curioso sobre el estado deportivo de un país y la no-equivalencia al desarrollo del mismo. Así los chinos, que han conseguido que la mitad+1 del total de sus medallas sea de oro, hicieron un estudio de mercado en toda regla. Buscaron su nicho y se pusieron a entrenar para llegar a ser los mejores. Toma victorias en piragua y toma victorias en bicicleta- como los cubanos: todos estudian, sí, pero en lo que el estado necesita. Comunismo en toda regla-.
Todo meticulosamente calculado y todo cuidadosamente medido. Tanto, que los disidentes han sido expulsados del país y, al más mínimo resquicio de 'revolución' los guardias del orden, la integridad y la seguridad del imperio chino, sacaban a los guerreros de Xian que llevan dentro y... ¡toma reprimendas que se han marcado! Violación de derechos humanos en toda regla.
¿Y ahora que? ¿Esta opulencia, seguridad y orden que ha 'vendido' China al resto del mundo hará olvidar la cantidad de derechos fundamentales que se están ultrajando? El COI parece que lo ha olvidado, pero sería absurdo cargar sólo contra un comité deportivo cuando Naciones Unidas lleva desde su creación cerrando los ojos a todo lo que pasa a su alrededor (cuando no hay petróleo de por medio, eso sí).

98% de similitud

El ser humano, es el único animal que mata más allá de lo establecido por las reglas naturales a los de su misma especie. Quiero decir: un oso lucha con otro otro oso hasta dejarlo extenuado para poder copular con una osa; un reno lucha con otro reno para ser el jefe de la manada; un león lucha con otro león para quedarse con un territorio... pero el ser humano es el único animal, racional para colmo, que mata por matar a los de su misma especie. Sí, es un sinsentido.

El caso es que una mamá-gorila en un zoo de Alemania lleva varios días con su cría muerta entre los brazos. Se preguntan ahora los medios de comunicación- que siempre se lo preguntan todo- que sí va a ser porque la mamá tenga sentimientos... Un gorila puede que mate a otro gorila para quedarse como jefe del territorio, pero mata al jefe, no al resto de los gorilas de la camada, no?
De hecho creo que la pregunta debería ir en otra dirección: ¿Tienen todos los humanos sentimientos?
Sorprende la cosa cuando aparece también hoy una noticia sobre cerdos con pezuñas fluorescentes y gallinas con... no sé repetir el elemento... y donde Ginés Morata- investigador del CSIC y Premio Príncipe de Asturias de Ciencia- comenta que compartimos un 98% de similitud de genética con los chimpancés.

En algunos casos habría que compadecerse de ellos... (de los chimpancés)

lunes, 25 de agosto de 2008

Admiración 'olímpica'

Han sido dos semanas de deporte a todas las horas. Digo a todas las horas porque por la mañana en la radio daban los resultados de la jornada de la tarde del día anterior; en el trabajo todos hemos podido ver por la mañana- magnífica web la de rtve.es que retransmitía los partidos en directo- lo que se estaba disputando en directo en Pekín, y por la tarde en casa veías en diferido lo que te habían dicho por la mañana en la radio... que me he vuelto medio loca, vamos...
Ahora llego a casa y me siento como los militares cuando se reinsertan en la vida civil... que no saben muy bien cómo acoplarse...ni que ver en la tele... eso y que este blog tiene que volver a la normalidad (eso alguno lo agradecerá).
Me da pena porque ya no se cuándo volveré a ver halterofilia, tiro con arco o lanzamiento de jabalina. Estos deportes para los ajenos a los mismos nos cuesta verlos fuera de las grandes competiciones- la ignorancia también es un factor que influye bastante...
Me encanta, sin embargo, que por unos días todo el mundo (o casi) sepa cuántos récords ha batido un nadador, cuál era el récord mundial en 100 metros, cuánto es capaz de saltar una mujer de intensos ojos azules, cuántas pruebas componen el decathlon moderno, quién es el baloncestista más joven en conseguir una medalla olímpica o cuáles son las reglas de la lucha grecoromana.
Así que tendremos que esperar, de nuevo, cuatro años para ver maravillas sobre las pistas, tapices, canchas, ríos y piscinas y que nos hagan sentir seres inferiores admirando a esos semidioses.
Para acabar este post y mi devoción olímpica, nada mejor para admirar que los cuerpos de esos kuros que nos han deleitados durante estos días. Yo, me quedo con el capitán español de hockey.
La vanalidad, es necesaria.

De cómo se puede actuar en un revés

Hay épocas en las que se nos va poniendo a prueba para ver hasta dónde podemos aguantar.
Situaciones que descuadran nuestros planes futuros, nuestras expectativas, a corto y medio plazo. Estos reveses nos ponen nerviosos, nos enfadan, nos crispan, nos entristecen y/o nos descolocan hasta el punto de no saber muy bien cómo reaccionar en los momentos inmediatos.
Sin embargo, y pese a la absoluta falta de sensatez y madurez obvia, consecuente y lógica de la ruptura de los planes establecidos, lo importante es pensar, analizar y reflexionar sobre la siguiente, y ahora nueva, situación en la que nos encontramos. Porque estas cosas nos pasan a todos, ya seas un ángel, su guardián o una sirena a la que ya casi se le ha olvidado nadar.
Hay que sentarse, pensar, visualizar esa idílica balanza justiciera que tenemos en la cabeza y encontrar la solución menos dolorosa y más eficaz de las que tengamos a mano. Y, por supuesto, la que más feliz nos haga en ese momento. Eso siempre.
Así que lo mejor es sonreir, buscarle un lado positivo al asunto y disfrutar de los ángeles y sus sonrisas, los objetivos, los escenarios, las cenas, las películas y de todo lo que se ponga por delante. Que siempre hay sinsabores que con un buen condimento están para chuparse los dedos.

viernes, 22 de agosto de 2008

Ángel de la cebada

Mi ángel de la cebada creció ayer un poquito más, algo que ya era casi imposible porque es la más alta y la más grande... lo útlimo, desde luego.
Pese a su enfado inicial, porque el día de su cumple no tenía regalos, poco a poco la fuimos guiando por el camino que a nosotros más nos interesaba hasta al final poder colocarla entre fogones, colores, velas y sillones de mimbre.
Siguiendo pistas y resolviendo acertijos finalmente consiguió esos regalos que al principio de la velada pedía, y re-pedía, entre sollozos y enfados.
Pero como todo ángel las noches no son para ella, así que después de mezclarnos con muchas risas, cervezas de trigo, pasta rica, salmorejos deliciosos, helados de cáctus y una última cerveza, la velada terminó con los bostezos de mi ángel (más tarde de los esperado, todo sea dicho) y mis deseos para que su guardián la abrace siempre: bien en la Laguna Negra, bien en cualquier otro lugar.

martes, 19 de agosto de 2008

Zaresas, piragüas y saltos al cielo

Cada día me embobo más y más con las Olimpiadas, no lo puedo evitar. Ayer me decía un amigo que se quedó embelesado viendo el salto de trampolín, un deporte, que como él mismo reconocía, si no fueran los Juegos Olímpicos, pues jamás se sentaría a verlo.
Aquí, una muestra de lo que me ha tenido entretenida el principio de la mañana, que ya que estoy en el infierno, por lo menos que haga menos calor.
Si no son semidiosas... parece que hay una única nadadora...
.....
De él he llegado a leer que tenía algún tipo de minusvalía psíquica porque es una persona tímida y reservada. Porque después de las pasadas olimpiadas donde sorprendió a todo el mundo con dos oros, no hizo grandes declaraciones ni aspamientos. En una entrevista en estos Juegos, incluso, su entrenador ha tenido que justificarle contando que había algunas mañanas que ni si quiera le saludaba a él (cuando me he tenido que levantar yo a las 5 de la mañana para lo que fuese ni me he saludado a mi misma).
Esto es sólo en las clasificatorias. David, sólo ha dicho que ha venido a llevarse los dos oros por los que compite. Pues claro.
.....
¿Y de esta mujer qué se puede decir? Quizás que es un poco sobervia o altiva... o que sabe de lo que es capaz y segura de sí misma, según como se mire. O quizás que tiene una enorme capacidad de superarse a sí misma porque ella marca el tope y ella lo vuelve a marcar. Como siga así, acabará tocando las nubes (si es que aún no lo ha hecho).

lunes, 18 de agosto de 2008

Pereza (X)

Me da pereza estar delante del ordenador.
Me da pereza que las horas pasen sin pena ni gloria.
Me da pereza que el estómago me siga dando vueltas con ciertos pensamientos.
Me da pereza no dejar de pensar.
Me da pereza no poder dejar de amar.
...
Me dan pereza los que pierden cateras con 3.000 euros.
Me da pereza que sus propinas por encontrarlas sean de 50 (para dos).
Me dan pereza... no, asco, los que matan a sus mujeres, novias, ex-mujeres, ex-novias...
Me da pereza que siga sin pasar nada.
Me da pereza el agosto en Madrid.
Y septiembre, y octubre...
Para no negarlo, cada vez me da más pereza Madrid.

jueves, 14 de agosto de 2008

Sin pereza...

Y yo me voy al único sitio donde nada me da pereza....








miércoles, 13 de agosto de 2008

Normal

Llevo un buen rato buscando una foto de Michael Phelps en la piscina que pudiera ilustrar este post de la mejor manera posible, pero me he dado cuenta de que, además de quedarme embelesada viendo imágenes de este pececillo sobrehumano, ninguna mostraba algo más que las demás no enseñasen. Bueno, todas menos esta, que es la que finalmente he elegido.

Dicen todas las entrevistas que Phelps es un chaval normal, que come pizzas, juega al Risk, vive con otros cuatro nadadores, desestimó la idea de irse a un hotel porque prefiere estar concentrado en la Villa Olímpica, y las únicas atenciones que requiere sobre los demás, son sus tres horas de siesta (qué ojalá pudiera echármelas yo) y unas barritas energéticas para cubrir lo que gasta cuando entrena. Sonríe como un niño pequeño y celebra las cosas como cualquier otro de los mortales, más allá de divinismos y estridencias. Vamos, que parece una persona normal.
Todo eso se contrapone a la imagen sobrenatural que proyecta cuando nada, el 'miedo' que imprime hacia los demás, el saber que no se le puede ganar porque sus características naturales y sus cualidades físicas le otorgan un poder al que, por ahora, nadie se puede acercar y la admiración de todos los que le observamos con incredulidad.

Por eso esta foto me ha parecido que se acerca a la verdadera potencia que el de Baltimore imprime cada vez que se mete en una piscina (que a mi, me fascina)

martes, 12 de agosto de 2008

Semidioses

Ayer me decía la personita que ha decidido aguantarme por un tiempo bajo el mismo techo que el otro día se sorprendió embelesada viendo el tiro a presión, y es que creo que lo más me gusta de los Juegos Olímpicos es que se democratiza el deporte.
Sí, porque no hay un deporte que cobre más importancia que otro, no hay ninguno que se emita de forma sobresaturada respecto a los demás. Todos se ven.
Y si no es así, que se lo digan a Pirri, ¡que estuvieron casi dos millones de personas pendientes de si hacía 'touché'- cuando la inmensa mayoría no sabíamos, ni sabemos, nada de esgrima! Y a mi eso me parece excepcional.
Me parece maravilloso que se empatice con una chica que no puede mover el hombro y quiere que su entrenador se coloque a costa de todo para poder seguir compitiendo; me emociona ver a los que están a mi lado disfrutando con unos relevos de natación aunque nunca se hayan metido en una piscina, me pone los pelos de punta- de verdad- ver el respeto que se tienen unas yudokas después de haberse 'partido la cara' durante una pelea.
Los Juegos Olímpicos me apasionan. Por todo, por disfrutar del deporte, porque el deporte hace gala de su nombre sin tener que avergonzarse de nada, sin tener que echarle cuentas a nadie. Pero sobre todo, las Olimpiadas me gustan porque se hace público el esfuerzo de semidioses que están relegados al olvido (o a sus centros de alto rendimiento).

Qué se mueran los feos...

Vivan los feos, los gordos, los tullidos y los hirsutos...

Vivan las que tienen acné, sufren calvicie, les faltan dientes y tienen la cara rechoncha.

Ya que la niña no diga nada, se entiende... pero ¿y los papás?

Yo hay cosas de las que prefiero no decir nada...

viernes, 8 de agosto de 2008

Cosquilleo


Dicen las malas lenguas, que cuando Estiarte jugaba a waterpolo ni si quiera bebía de la misma botella de agua que sus compañeros en el cambio de tiempo en un partido o en los entrenamientos. Decían que quería una propia para él. Parece que los rumores tenían algo de verdad.

Pero siempre esta bien reconocer las cosas, pedir perdón e intentar lavarse la cara: bien porque era un rumor que corría a voces por las pisicinas españolas, bien porque el mejor jugador del mundo de waterpolo haya recapacitado, de verdad.


Estas cosas hacen que te corra un cosquilleo por las piernas y te acuerdes de ese partido de Barcelona, del otro de Atlanta, por supuesto del de Sydney...

jueves, 7 de agosto de 2008

Coquetería

"¿Qué es la coquetería? Podría decirse que es un comportamiento que pretende poner en conocimiento de otra persona que un acercamiento sexual es posible, de tal modo que esta posibilidad no aparezca nunca como seguridad. Dicho de otro modo: la coquetería es una promesa de coito sin garantía."


Milán Kundera
La insoportable levedad del ser
Yo es que estoy emocionada con el libro...

Disfrutar con lo que se hace

¿Y luego dicen que por qué me cabreo cuando leo algunas de las chorradas que dicen de los jugadores de fútbol? Hombre... pues porque hay estrellas y estrellas. Hay gente que disfruta con lo que hace, que lo hace porque quiere y porque se supera a sí mismo cuando lo practica, y gente que lo hace por dinero, que su mecenazgo es más que evidente y que, la mayoría de la veces, su frivolidad da pánico.
Menos mal que quedan algunos, con los que se puede disfrutar.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Make up


Esta mujer siempre tiene un color de piel fenomenal... pero lo del maquillaje esta vez ha sido excesivo, ¿no?

¿Sueños olímpicos?

Anoche emitieron un documental de esos que te dan un poquito de vuelta la cabeza.
Se llamaba "Sueños olímpicos". Pequeñas figuritas que se movían como saltamontes por las lonas del gimnasio donde entrenaban, que se quedaban suspendidas de las barras sin aparentar dolor alguno y que se estiraban y retorcían como si lo de tener músculos, huesos y tendones no fuera con ellos. Con una férrea disciplina y actuando como si de hombres y mujeres ya formados se tratara, los pequeños gimnastas chinos ponían todo su esfuerzo en que las cosas salieran bien y, así, no tirar por la borda la última esperanza de sus padres de poder salir de la más absoluta miseria.
Sin embargo, y pese a que sus caras y sus miradas demostraban todo lo contrario (me impresionó la firmeza y frialdad de algunos de sus ojitos rasgados), eran niños. Niños pequeños que lloran y se enfadan cuando algún 'mayor' les grita, cuando se hacen una herida en la mano, o cuando echan de menos a sus padres mientras duermen solos en una habitación grande y oscura.
Era impresionante, repito, ver la férrea disciplina que se les impartía a esos niños que repetían una y otra vez los mismos ejercicios, las mismas piruetas, los mismos estiramientos mientras ellos aguantaban de forma estoica y sin a penas gesticular, mil y un reproches por no alcanzar la máxima perfección en la ejecución de los mismos.
No me permito juzgarlo, sólo se puede mirar desde la distancia e intentar llegar a entender por qué en unos años muchos de ellos se convertirán en los mejores del mundo, conseguirán su sueño olímpico (o el de sus padres).

martes, 5 de agosto de 2008

Pereza (IX)

Me dan pereza los tontos, los hipócritas (3ª vez) y los cínicos.
Me dan pereza los absurdos, los que se creen con la verdad absoluta y los puritanos.
Me da pereza el aburrimiento, el calor y los 30 grados del salón de mi casa.
Me da pereza acordarme de las cosas que no me quiero acordar.
Me da pereza que la gente me defraude.
Me da pereza que nunca me vuelvan a demostrar que valían la pena.
Me da pereza, últimamente demasiada, dormir sola.
Me da pereza no saber quién quiero que me acompañe mientras duermo.
Me da pereza no encontrarle el origen a los problemas.
Me da pereza discutir con mis amigos.
Me da pereza que ellos no puedan olvidarse del motivo de las discusiones.
Me da pereza el calor, otra vez, sahariano que no deja tregua.
Me da pereza que los saharauis lleven 30 años pasando calor.

Tintos de verano

Estos días he estado perezosa, y mira que no soy especialemente dada a ello, pero me han tenido entretenida con otros menesteres.
Aunque mucha gente no lo comprenda, la ociosidad en mayor medida me pone extremadamente nerviosa, y dejar que las horas pasen sobre mí mientras tengo que guardar el tipo de la mejor manera posible, acaba con la poca paciencia que aún no se me ha derretido.
Así, llevo varios días enfrascada en ciertos trabajos veraniegos que apelan al buen sentido del humor de la gente y a la forma de tomarse la vida cuando el calor no te deja casi pensar. Sin embargo, los hay más papistas que el papa y no entienden que una pregunta puede tener su lado divertido, inteligente e irónico, que creo está permitido, siempre y cuando el receptor entienda el mensaje más allá del contexto y el ruido que haya a su alrededor y desafíe, así, las normas establecidas por McLuhan.
Pero bueno, habrá que seguir pensando que la estupidez, el aburrimiento, el puritanismo y la hipocresía humana sobrepasa los límites de la racionalidad, el calor y los tintos de verano.