martes, 15 de diciembre de 2009

Malos pensamientos

Nos sentimos culpables cuando tenemos malos pensamientos que socialmente no están bien aceptados. Pensar que Hitler, Berlusconi o Chávez son unos capullos con pintas está muy bien y no te sientes mal por ello, pero cuando de repente te da por pensar que igual John Lennon era un poco cabrón porque dicen las malas lenguas que alguna torta que otra le cayó a Yoko Ono, parece que ya no está tan bien decirlo en público.

¿Por qué nos avergonzamos de los malos pensamientos? ¿No es lícito pensar mal sobre algo/alguien que a vista de todos los demás, e incluso de la tuya, no es tan bueno/maravilloso/bondadoso y noble como parece? Supongo que sí que lo es, que es igual de válido y de aceptable, sin embargo provoca cierto miedo- sobre todo para uno mismo- verbalizarlo porque la postura que los demás puedan mostrar hacia ti ya no es la misma. Eso, además de la mala conciencia que recae sobre uno. Ese invento cristiano que nos jode la vida a los demás pero que parece que a los obispos irlandeses le ha venido dando igual desde hace largo. Una putada, vaya.

La postura más cómoda es dejarlo pasar de largo hasta que casi seamos capaces de olvidarlo y cerrarlo en algún cajón de nuestro cerebro, echarle la llave y como dicen los cuentos ‘colorín colorado este cuento se ha acabado’. Pero ¿ y si se escapa? ¿y si le da por salir de vez en cuando y el mal pensamiento- que tú crees que no lo es, simplemente es una percepción diferente de la realidad- no deja de pasearse por toda tu cabeza cada vez que tiene oportunidad? Pues eso, es una putada.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Cuestión de rentabilidad

Pues a mi CR9 me cae bien.

El chaval es presuntuoso, engreído, un poco 'chulito' delante de las cámaras, altivo y bastante narcisista. Sí, ¿y qué?

Tiene 22 años y en el fútbol ha conseguido ya casi todo, mucho más de lo que cualquiera de los mejores jugadores vayan a conseguir en el resto de su vida.

Se pueden decir muchas más cosas de él: que siempre intenta ir a la última moda de cualquier extrarradio urbanita; que le gustan las juergas como a cualquier jovencito de su edad; que le gustan las mujeres como a cualquier jovencito de su edad; que le gustan los coches como a cualquier jovencito de su edad y que le gusta lucir palmito como a cualquier jovencito de su edad… todo, como a cualquier chico de su edad. Y es que con 22 años hace cosas de su edad.

Si obviamos todo esto, que debería sernos indiferentes, se nos queda un jugador de una talla casi inalcanzable, que por lo que dicen por ahí es de los más humildes del vestuario, que es de los primeros en llegar a los entrenamientos, que se esfuerza como el que más y que además hace sesiones extras para cultivar unos abdominales de escándalo (para mi exagerados y desproporcionados… pero para gustos los colores). Un jugador que se muere por meter gol y por conseguir el pleno rendimiento de su cuerpo y de su equipo. Pues no le veo yo el problema a esto…

Que lo comparan con Messi, claro, pero porque Messi es incomparable. Porque lo que hace ‘La pulga’ no se puede comparar con nadie más, y porque el argentino es más tímido, más discreto… y tiene menos abdominales. Cuestión de caracteres.

El caso es que no me parece mal del todo que enseñe palmito cuando meta gol- total, ya le viene por contrato- y que se haga foto con las fans, que se quedan encantadas de la vida, y que sonría cuando tiene que hacerlo y mire a las cámaras cuando la situación lo requiera. Todo eso vale 90 millones de euros. Tendrá que ganarse el sueldo, que con sólo 90 minutos corriendo en el campo ‘el Madrid’ no lo rentabiliza.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Spanglish...

Voy a clases de inglés. Después de tres años de propósitos incumplidos en octubre, por fin, me apunté a clases. Y con ganas: dos días a la semana tres horas cada día. Hasta mayo… vamos que intensivo bien intensivo.

El caso es que son muchas las razones por las que una se apunta a clases de inglés: que si el trabajo, que si viajes, que si es la lengua universal… y bueno, pues también porque siempre está bien saber cosas nuevas y si es un idioma ‘de todos’ y generalizado pues como que mucho mejor (poco sentido tendría apuntarse a guanche, silbo gomero, o latín, las cosas como son).

Está muy bien que sea un medio común para comunicarnos y establecer así unos lazos con gente con la que de otra manera ‘parece’ sería imposible. Todo esto, claro está, viene de las colonias, de la Armada Invencible que nos dio por ahí en su momento, y que dejamos de meternos en la vida y pueblos de los demás y nos cogieron ventaja los ingleses llegando a todas las fronteras… anda que si los vikingos hubieran tenido un poco más de suerte… el caso, que para entenderte más allá de Andorra hay que hablar en inglés. Correcto.

De todo esto se deriva que las empresas si quieren hacer negocio deben tratar todo en inglés…. TAMBIÉN, es decir, que además de hacerlo en castellano, que para eso es el único de los 4 idiomas co-oficiales que lo es en todas las comunidades españolas, deben informar en inglés para que su difusión sea mayor fuera de nuestras fronteras.

Pues las hay que no. Las hay que son muy internacionales, que son muy extranjeras, que son muy de fuera… y las cositas sólo las ponen en inglés. Qué le vamos a hacer. Será porque el inglés valora más las cosas… o no.

Si ahondamos un poco más, resulta que la comunidad hispano parlante no deja de crecer y no deja de ser el idioma que dentro de pocos años sea el más rentable de todos… exceptuando el Chino, que ellos siempre ganan.