martes, 28 de abril de 2009

Carla Bruni y su marido

Es imposible pasar por alto a Carla Bruni y a su marido estos días- así calificó ayer mi compañera de al lado la visita de la bonita pareja. Bien triste se tiene que sentir la italiana por no ser imagen de apertura de periódicos, telediarios y programas de radio, ya que le ha dado a un virus por mutar y parece que la pandemia de una nueva gripe nos va a asolar a todos (mutación de mutación de una mutación, por eso es peligroso, me explicaron ayer fuentes de primera mano...).
O puede que Carla no esté tan triste... un estrés constante en el que vive esta mujer. Bien es cierto que después de tantos años de carrera como modelo esté acostumbrada a ser el centro de atención de todas las miradas pero ya dejó todo eso para coger la guitarrita y ponerse a cantar.

El caso es que creo que Carla se pone tan mona (y porque es bien mona) porque sabe la que se va a preparar alrededor cuando llegue ( le guste o no) y eso, a mi parecer, se llama saber estar.

Sabe que si va a ver a la Reina de Inglaterra se tiene que vestir de Jackie y tan guapa, tan propia, tan puritana y tan rollito buena esposa que le mola a los ingleses tradicionales; ¿que se va a Egipto a ver pirámides? pues pantalón de lino y sandalita plana; ¿que viene a España después de que se corriera el rumor que su marido llamó a ZP tonto del haba?, pues ella se pone mona, se cambia las veces que haga falta de traje, llama la atención, centra las miradas y lo del desliz de Sarko queda en un segundo plano.

Saber estar y lista... mucho más de lo que de muchas Primeras Damas se podría decir.

viernes, 24 de abril de 2009

Slow Dream

Para una cosa que se puede hacer sin que nadie te meta prisa, ni te diga cómo lo tienes que hacer...




jueves, 23 de abril de 2009

Manchar los libros


Cuando era pequeña no me gustaba demasiado leer. Mi primo, de mi misma edad, se quedaba horas embelesado tras las hojas de sus libros de fantasía, la mayoría; mientras a mi me perdía ver la televisión, también durante horas y horas. Lo de la tele lo he mantenido, y puedo pasarme le tiempo muerto viendo cualquier cosa, sin embargo, los libros cautivaron y coparon, no sé bien en qué momento, el resto de mis horas del día.

No soy una friki de la lectura, no dejo de estar con mis amigos por acabar un libro o no dejo de dormir por saber cómo terminará la novela que me traiga en ese momento entre manos... eso sí, siempre tengo algo que me ronda. No consigo estar ningún momento sin saber que no leo nada, que nada merodea mis pensamientos.

Me gustan los libros, los libros como tal. Es de las pocas cosas que no pirateo, que me compro, que me gusta tener mías propias. Escribirlos, doblarlos, mancharlos con café, con chocolate, con un poco de aceite de una patata frita... me gusta usarlos. Me gusta dejárselos a la gente, que los lean, que dejen su paso por ellos, que me dejen dedicatorias, notas que me recuerden a quién se lo presto. Llenarlos de arena de la playa, mojarlos con un poco de agua que arrugue las páginas, pensar que alguno lo he perdido... y que luego aparezca debajo de algún jersey, dentro de un cajón.

Me gusta llevármelos de viaje, pasearlos por dónde yo vaya, que me pesen en el bolso, que me molesten. Me gusta que me aburran, que los repudie y diga que jamás leeré otro libro de ese autor. Me gusta que, a veces, sí me den las tantas de la madrugada para acabarlos (Con 'Relato de un náufrago' me pasó, lo empecé y lo acabé) y me gusta, sobre todo, interiorizarlos poco a poco, despacito, sabiendo lo que leo y disfrutando de lo que me dicen.

Ahora, me queda una duda: ¿cómo voy a manchar las páginas de chocolate en el libro electrónico?

martes, 21 de abril de 2009

REUNIONES

Las reuniones de trabajo son una cosa como que está muy de moda y que a todo el mundo le encanta decir que está convocado a una de ellas. La gente tiene reuniones de trabajo para hablar sobre la nueva propuesta de X; para tratar los nuevos presupuestos para el Plan Y; para encontrar una solución sobre la nueva situación en la que se encuentra el departamento Z, o para una sarta de tonterías que si no fuéramos en España de perder el tiempo, en general, pues podríamos arreglar en 10 minutos sin tener que enviar avisos en el Outlock que nos saltan 10, o15, minutos antes de la REUNIÓN.
Y luego están las reuniones de los periodistas, este grupo de gente absurda, con aires de grandeza, que se creen sabedores de todo, de todo lo 'noticiable' y 'noticiablemente' - esta palabra me la han dicho hoy en una REUNIÓN- importante. Y tienes que escucharlos, porque estás ahí para ejercer tu profesión... o por lo menos intentarlo.
Las reuniones de periodistas se llaman 'Reuniones de Redacción', aunque donde ahora yo trabajo han tenido a bien llamarlo 'Consejo de Redacción', que es un nombre que a mi me da mucho miedo porque me suena a tribunal de guerra o hemiciclo político.
En estos Consejos el grupo de periolistos reunidos exponen sus temas como propuestas para la portada de la semana que viene (no hace falta dar más datos sobre lo que se hace o no... básicamente porque tiene la justa importancia... o ninguna). Se debate, se argumenta como si de la paz mundial se tratase, y se estudian los diferentes puntos de vista sobre los hechos 'noticiablemente' reseñables para que vayan en 'Primera'.
El caso es que estos Consejos duran más de una hora... que para tres noticias que salen podrían durar del orden de 20 minutos... pero no, hay que alagar la REUNIÓN, debatir sobre la importancia de este hecho, que no le interesa a nadie, y por qué debe aparecer en un lugar u otro.
En estos Consejos, además, hay siempre- como en toda REUNIÓN- elementos discordantes que quieren llevar la voz cantante, y la razón, en cualquier de los temas que se traten, sepan, o no, de qué va la historia. Éstos, son los conocidos como 'trepas' o 'tocapelotas', en general. No suelen saber más allá de lo que les aparece en sus manuales, de lo que tienen asimilado como único y verdadero, y los que no pueden abrir sus miras porque les parece harto complicado. Además, estos elementos, pueden englobarse en el sub apartado 'fatiguitas'.
Pues en una de esas me veo inmersa, desde hace un mes, todas las semanas. Y a mi me da mucha pereza todo: me da pereza que el tema de la REUNIÓN sea el asunto de los correos; que ir a la REUNIÓN marque las actividades del resto de la semana; que la REUNIÓN dure hora y media cuando podría solucionarse todo en media hora y, sobre todo, tener que escuchar tonterías que adquieren el grado de cuestiones de estado por los 'tocapelotas'-'fatiguitas'.
Ya, ya se que es un coñazo de entrada, pero este es mi blog y me desahogo como puedo.

martes, 14 de abril de 2009

Pereza (XIX)

Me da pereza Ángeles González-Sinde.
Me da pereza el cambio de Carteras.
Me da pereza el intento de cambio antes la 'crisis'.
Me da pereza que el Gobierno tardara casi 2 meses en citar el término tal cual, y ahora se hable de él como si tal cosa.
Me da pereza que en el País Vasco la alianza entre PP y PSOE se vea como algo destructivo, contaminador y una amenza a la identidad vasca en lugar de un avance hacia la normalidad.
Me da pereza que ETA vuelva a amenzar.
Me da pereza que se les siga escuchando.
Me da pereza que las noticias de todas las Semanas Santas sean iguales, con los mismos reportajes de costaleros y las mismas barbaridades de sacrificios.
Yo tengo una duda, ¿cómo sobreviven las tiendas de pasos de S.S. el resto del año?
Me da un poco de pereza Los Abrazos Rotos.
Me da pereza ver cómo los bancos se han quedado con las casas de personas que ahora no pueden asumir las hipotecas de las mismas.
Me da pereza que la vida- personal y profesional- de Jiménez Losantos sea noticia.
Me da pereza- muuuuuuuuuuuucha- Jiménez Losantos.
Me da pereza que se hable de las victorias del Barça con cierta envida/resquemor...
Me da pereza Cuca García-Sinuesa... y verla en bikini más!!
Me da pereza volver de las vacaciones.
Me da pereza que llueva y haga frío de nuevo.
Me da pereza mi trabajo.

miércoles, 1 de abril de 2009

En boca cerrada...

Luego hablan de los tópicos y de que si envidia... pero es que hay veces que ciertas cosas dan algo más que vergüenza ajena. Ago más, digo, porque en Guantánamo se violan derechos humanos, derechos fundamentales, se practican torturas de toda índole... no sé... como que no está bonito decir estas cosas, no?
(O si ya ella no es capaz de pensarlas, que haya un asesor de imagen de Miss Universo- o algo así- y le diga qué y cuándo tiene que hablar, no??)