Ya dije hace algún tiempo que este blog no se atrevía a meterse en berenjenales políticos, bien porque no se veía con la suficiente autoridad y/o argumentación consistente, bien porque no tiene ningunas ganas.
Así que tómese este comentario más como un análisis sobre moda-neoliberal, eso sí- en lugar de como una crítica a la ridiculez, estupidez y repugnancia (repelús, rechazo... casi todo lo peyorativo que empiece por re-) que a mi me provoca cierto personaje.
La foto acompaña a una noticia sobre el nuevo carácter moderado del líder del PP, Mariano Rajoy y bla, bla, bla, bla... pues eso.
Y detrás estaba él, el díscolo y sin par Asnar. Por todos es conocida la nueva imagen que adoptó el expresidente del Gobierno desde que abandonó su cargo, y se dedica a asesorar a maganates norteamericanos, comer en ranchos de presidentes norteamericanos y conseguir que, poco a poco, se le ponga más cara de cerdito norteamericano.
Melenita al viento, pulseritas en las muñecas, para mostrar una imagen moderna, progresista y cercana a sus jóvenes seguidores de las FAES, y la corbata... bueno la corbata ya no es parte de su indumentaria habitual porque él es un tipo moderno, adelantado a su tiempo.
Yo todo esto ya lo llevaba regular (si se es un facha acérrimo, se es con todas las consecuencias, coño!) pero eso de que se desaborche el segundo botoncito de la camisa y nos permita entrever cierta pelusilla pectoral... hombre ya!! eso ya roza, es más sobrepasa, el mal gusto y saber hacer!
Por eso, y pese a que sé de ante mano que no es que sea este el mejor púlpito para que las masas me escuchen: pido que el señor Asnar vuelva a una imagen retrógrada, conservadora y mucho más acorde con sus pensamientos y propuestas para que, por lo menos, pueda tomarme más en serio lo que dice y no cambie de canal cada vez que me lo sacan en algún telediario.
Por la consecuencia con uno mismo y por la consideración con los demás: vuelva a sus orígenes, señor Asnar.
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