viernes, 18 de julio de 2008

Llorar sin aprender

A veces es complicado darse cuenta de las cosas. De las cosas de verdad. En unas ocasiones porque la situación es complicada de por sí, y otras veces porque ver la realidad es dura y dolorosa. Así que es más fácil llorar y llorar cada vez que algo, o alguien, nos da una bofetada que nos pone el alma del revés.
Hace una semana mi ángel de la cebada me decía que iba a abrir una interpretación teatral- porque mi ángel es actriz- con una frase que iba dirigida hacia mí, que, de hecho, cuando la decía en los ensayos sólo pensaba en mí.
Entre expectante y asustada (por la gran responsabilidad que eso suponía) esperé para ver qué era eso que tanto le recordaba a mi persona.
Con un "queda prohibido llorar sin aprender" dicho bien firme y en alto, se abrió una actuación divertida, entretenida y de bastante calidad para el tiempo y las posibilidades que había tenido su grupo de teatro para prepararla.
Y yo me quedé con la cara del revés y el cuerpo descompuesto...
Así que no me queda otra que llorar menos, aprender más y afrontar la realidad. Y cuando me den la tercera bofetada pues mejor quitar la cara para siempre que poner la otra mejilla... que ya tengo los carrillos marcados...
(igual era mejor meterme en berenjenales políticos que estos rollos intimistas, no?)

1 comentario:

lexu-jaime dijo...

Ciertamente te caló la amiga.

Pero tu eres como dice el Mariachi "llorar y llorar..." no tengo tan claro si está vinculado a tu propia paideia o es un modo de endulzar los momentos buenos a base de amargar las referencias.

Pero bueno, eres del alieti, y siempre llevas tiritas en el bolso.