miércoles, 9 de julio de 2008

Degustación del G8

El hotel Windsor, en Japón, ha sido el escenario elegido para que los dirigentes del G8 puedan debatir sobre cómo van a ayudar a los pobrecitos países de los negritos del África y a los indios que se mueren de hambre con sus superpoderosas economías crecientes.
Y tres días habla que te habla, y tres días llevan debate que te debate, que ya la cabeza no les da para más, porque entre que pasan de ayudar a África- "que de eso ya hablamos el año pasado y este no toca, jo tío"- y que si el petróleo sigue subiendo- "jo tío, a ver cómo me hago yo el crucerito este verano con mi velero"- y que la biomasa hace que todos alimentos suban- "ves tío como era mejor no reciclar?"- pues tienen que coger fuerzas en algún momento para seguir hablando de la crisis alimentaria...
Por eso se dedican a disfrutar de las bendiciones de la tierra y el mar que se les ponen por delante. Así, los señores dirigentes se calzan una cena de 19 platos- "que no es tanto, tío, que no sé por qué se echan las manos a la cabeza, si con eso sólo podrían haber comido cinco tribus africanas de esas a las que no les hace falta la ayuda durante 3 meses, jo tío"- y pueden hacer frente a los 10.000 millones de dólares que se han comprometido a desembolsar los países ricos para paliar la crisis alimentaria y financiar así el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
Ahora, una también os dice que eso de que en el postre haya una Degustación del G8 no está muy convencida... porque eso de tener que besar a Merkel, Bush o Sarkozy no tiene muy claro que a una le vaya a gustar...

1 comentario:

yousi dijo...

un buen menú, si señor, y un ejemplo brutal del hambre que puede llegar a existir:
http://www.20minutos.es/noticia/305363/0/documental/hernanzin/medioambiente/