Nada de nada

181, 338, 242... estas son algunas de las Resoluciones que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha emitido durante años condenando la actuación israelí en territorio palestino.

Tras la IGM las dos grandes potencias, Francia y Gran Bretaña, se reparten Oriente Medio con la promesa de una futura independencia si se produce el apoyo árabe. Palestina queda, así bajo control birtánico.

Tras la IIGM el territorio queda dividido entre árabes y judíos, y Jerusalén bajo jurisdicción de la ONU. A los israelíes no les pareció bien la partición y decidieron emprender uan ofensiva contra territorio árabe. A partir de aquí se han sucedido año tras año los conflictos.

Guerra de los Seis Días; Guerra de Yom Kipur; incursiones judías en los Altos de Golán, la Franja de Gaza...; 1ª Intifada, 2ª Intifada, acuerdos de Camp Davis... es complicado resumir casi 100 años de enfrentamientos en 10 líneas.

Según los hechos constatados durante todo este tiempo, Israel ha quebrantado los momentos de paz y ha obviado las resoluciones y condenas de la Comunidad Internacional respecto a sus actuaciones. Además, ha salido inmune de cualquier acto bélico que haya puesto en marcha. ¿Y eso? Es cierto: el apoyo de Estados Unidos a cualquier tipo de ofensiva por parte del estado judío. La lucha por la paz contra el enemigo árabe.

Pues eso. Y otra vez, ahora, Israel vuelve a penetrar en la franja de Gaza. Otra vez Naciones Unidas le condenará, y otra vez no pasará nada de nada. Es cansado hablar siempre de esto.