miércoles, 28 de enero de 2009

¿Ego personal?

A veces es complicado asumir una derrota. Hay muchos tipos de derrotas y, supongo, que nos afectan de una manera u otra. Cosas, situaciones o hechos que pensábamos eran hitos importantes, determinantes en nuestras vidas, resultaron, al final, un mero trámite en los que aceptamos el fracaso sin mayor importancia. Gestionamos la situación.
Sin embargo, existen luego otros momentos aparentemente absurdos, vanales, nimios, que deben pasar desapercibidos a nuestro alrededor, como un mero trámite que se nos presenta, y que nos echan por tierra todas nuestras expectativas a la primera de cambio. Estos son los momentos que a mi me desconciertan.
¿Por qué acepto mejor las derrotas en los aspectos fundamentales de mi vida y me caigo de forma irremediablemente frente los chascos en lo que yo pensaba que nunca me iban a afectar? Quizás porque sí que lo eran o quizás ¿por que daba por supuesto, desde un principio, que algo tan superficial no iba a poder conmigo, al final acaba haciéndolo, y eso me desconcierta aún más? O, simplemente, ¿por una cuestión de ego personal?

No hay comentarios: