'No subirse a la vaca. Peligro de caída'

El viernes salí de currar y me encontré una vaca casi en la puerta de mi trabajo. Vestía un traje de luces y ondeaba una capa que toreaba a todo aquel que se paseara por la Plaza de Colón. Más adelante, había otra vaca cual Quijote manchego, con su platillo de hojalata y todo, en la puerta de la Biblioteca Nacional; al lado de ésta, había otra vaca con unas haditas y unos brocados azules un poco cursis. Cuestión de gustos. En la Plaza Mayor había una que homenajeaba a la Unión Europea, otra con alas vestida de aviador... en fin, todas las marcas bien representadas por el sector vacuno para enarbolar, así, la bandera de la promoción cultural y el desarrollo de los artistas 'alternativos'. Cada uno se engaña como quiere.

Pero me he dejado una vaca, la primera que vi. Emulaba al Oso y el Madroño que hay en la Puerta del Sol, punto de (des)encuentro que todo el mundo usa cuando quiere encontrarse con alguien en Madrid. Pues bueno, tenía su gracia. Pero lo más llamativo era el cartelito que había la lado: 'No subirse a la vaca. Peligro de caída'. 'Claro, pensé, ¿quién coño se va a subir a la vaca?'. Pero, como ya me dijeron, 'si el cartelito está ahí, es porque ya ha pasado o preveen que pueda pasar'. La cosa me dejó de sorprender cuando vi vacas con bonitas pintadas que señalaban el carácter reivindicativo de ciertos opúsculos de la sociedad (viva la anarquía que no pone reglas y por eso me salto yo las de un tipo de que ha estado haciendo una vaca vete tú a saber cuánto tiempo. Cómo molan las 'A's esas con rotulador). La cosa ya me dejó helada cuando leí que unos tipos en Lavapiés destornillaron una vaca del suelo y se la llevaron a su casa... (¿pero para qué narices quiere alguien una vaca en el salón?). Y es que estamos sin civilizar.

Hoy leo en El PAíS un reportaje de lo más interesante que analiza por qué las vacas han pasado por varios países europeos y no han sufrido ningún tipo de maltrato y, llegan a España- que dicen que somos Europa también- y se llevan a las vacas para ponerlas al lado de la gitana del televisor.

Dice el reportajito que el desarrollo económico y cultural de un país tienen una relación directa. Claro. Pero es una cuestión, evidentemente, de educación. De civismo, de sensatez, de comprender el respeto por lo público, por lo ajeno y por lo de los demás. Por entender que el espacio común es una cuestión de impuestos que cada ciudadano pagamos y que, al final, si estropeamos más, hay que arreglar más y hay que pagar más. Una cosa de lógica de niño de siete años, vamos.

Pero no entiendo por qué es más entretenido pintarle una A en la frente a una pobre vaquita que intentar hacerle una foto, retocarla con photoshop, ponerle la A, ampliarla a 'tamaño vaca', colocarla al lado e inscribirle algún tipo de mensaje... ¿no sería esto más reivindicativo- y más civilizado- que rotularle nada? Por poner un ejemplo.