martes, 11 de noviembre de 2008

Reacciones Químicas

Esa noche, mientras respiraba al compás de su compañero de almohada, su cuerpo reaccionaba al calor que él le transmitía. Precedida de besos y caricias, se durmió con la piel cubierta por su saliva y algún que otro líquido fruto de una noche de impúdicos juegos.
Incosnciente, sin saber qué pasaba en esa capa que recubría su cuerpo, la temperatura se iba elevando y las sensaciones multiplicándose. Ella, ajena a todo cambio, seguía sumida en el más profundo de los sueños. Mientras, la energía desprendida se acercaba al cuerpo de su amante el cual la abrazaba, sin saber que la revolución, sobre su piel, tambiénn estaba por llegar. Pasaban los minutos y poco a poco el calor iba aumentando, la energía transmitiéndose y las sensaciones multiplicándose.

Ellos se abrazaban, aún más, llegando a cortarse la respiración y, sin embargo, el calor que transmitían ambos cuerpos provocó reacciones químicas aún hoy imposibles de ser explicadas.

Los cristales de las ventanas estallaron, las velas se encendieron y las paredes empezaron a agrietarse. Sus almas, envueltas en la magia de Morfeo, plegaron sus cuerpos en uno solo y se hicieron invisibles ante tal revolución.
Pero inevitablemente el final tenía que llegar: la energía que esos cuerpos entrelazados transmitía hizo mover cielo y tierra y una de las pequeñas velas que adornaba la sala cayó cerca de las cortinas. El fuego, ante tal calor concentrado, sólo tuvo que trepar, sin problema alguno, por muebles y paredes. Ellos desaparecieron.
Aún se cree, que la reacción química que sufrieron ambos cuerpos hicieron que se transformaran en otra sustancia, calor como tal. Energía de dos cuerpos enlazados que estaban destinados, inevitablemente, a acabar siendo uno.

1 comentario:

lexu-jaime dijo...

virgen, virgen, virgen.

Brasas de Pedro Botero, eso es lo que son.

Con la que está cayendo 'gensanta