Nubes azules

Me paso el día delante del ordenador. Haciendo casi siempre lo mismo, con ciertas variaciones funcionales que se rigen por las incidencias propias del paso de las horas. Pero en esencia, siempre es lo mismo. Las únicas cosas que me hacen cambiar de cara durante el día son las nubes azules que aparecen en la parte inferior derecha de mi pantalla.

Salen de repente, cuando menos te lo esperas (o estás esperando toda la mañana) y si, con un poco de suerte, puedes tener el volúmen del pc con algún decibelio de más, hacen un sonidito parecido a 'bluuup' (me encanta escribir onomatopeyas porque cada persona lo hace de una manera diferente según su percepción).

Ese bluuup me hace perder la concentración en lo que hago- igual es que no estoy plenamente entregada a la labor- y torcer la vista hacia la nube. Te posas sobre ella y empiezas a sobrevolar más allá del cubículo donde te sientas.

Es curioso observar las caras de tus compañeros cuando un bluuup suena en sus pantallas y acceden a esa información. Sonríen de forma tímida, se caracajean, tuercen el gesto y salen rápidamente con el teléfono a solucionar el entuerto a viva voz o, simplemente, hacen una mueca y siguen sin pena ni gloria (esto último suele ser cuando el mensaje versa sobre algo laboral).

No es nada fuera de lo común, ni nada que merezca tan si quiera unas líneas, pero es divertido ver cómo le puede cambiar a alguien la jornada un nube azul que ni si quiera es de azúcar... que sólo es etérea y de mentira.