jueves, 17 de septiembre de 2009

Los cambios

Las cosas cambian. Los estados cambian. Las situaciones cambian. Casi todo cambia.

Hay transformaciones dolorosas que no se sabe muy bien porqué han llegado o han acontecido pero el caso es que están ahí. A veces somos capaces de superarlas y seguir hacia delante y otras nos hacen quedarnos estancados en ellas. Sin embargo, creo, que en la mayoría de las ocasiones lo que ocurre es que nos adaptamos a la nueva situación, la intentamos descubrir y buscamos el estado óptimo dentro de la misma.
Esta nueva perspectiva no tiene porqué ser mejor o peor que la anterior, simplemente es diferente. Con características diferentes, consecuencias, hechos y situaciones diferentes… a los que hay que acostumbrarse.

Los cambios en mi vida siempre me han venido en estaciones de de paso, de esas que hace medio frío y medio calor, todo a la vez. Nunca fallan… casi nunca porque la primavera pasada, por fin, ha sido la primera de los últimos cinco años donde los vendavales han pasado de largo dejando paso a una maraña de polen que sólo me permitía estornudar y vivir medio ensimismada en mis pensamientos durante esos meses. Por fin, soñar despierta.

Y ahora llega el otoño. Y tras un verano estable los cambios se caen con las hojas de los árboles. Una misma situación, una misma realidad, que parece que toma una nueva perspectiva. Ni mejor ni peor, simplemente diferente con nuevas direcciones que hay que aprender a gestionar.

Vuelta al cole en un curso nuevo con lápices nuevos.

No hay comentarios: